viernes, 15 de abril de 2011

No tenemos los mismos gustos, pero podemos llegar a un acuerdo.

Núria nacerá este verano y preparar su habitación es una de mis mayores satisfacciones. En mi caso, mi suegra, siempre me ha ayudado con el tema de las cortinas, vamos juntas a comprar la tela y ella me las confecciona. - Estoy buscando colores pastel pero que tenga algo de naranja, algo de verde y sobretodo algo de azul electra - comenté. - Tendrá que tener algo rosa - me dijo ella - sino no parecerá una habitación de niña. - Hemos pintado las paredes de naranja y creo que el rosa no le pega - contesté. Seguimos mirando telas: - Mira esta es preciosa - dijo mi suegra. La tela era de un rosa chicle de lo más femenino que se podía encontrar y el dibujo: princesas. - Es qué, no quiero que tenga rosa, no me gusta el rosa - contesté. - Pues es preciosa - me dijo ella. - Si yo no digo que no - contesté - pero es que no me gusta. - Pués a lo mejor la podría mirar para Lucía - dijo. Lucía es mi sobrina, hija de su hija. - Pués no sé, deberías hablar primero con Carolina (madre de Lucía) - le dije - porqué la habitación es verde y quizás no le convezca. - Puede ser - me dijo - quizás me la tire a la cabeza. Seguimos buscando y entre que no había mucha variedad y que no nos gustaba lo mismo, costó 2 horas encontrar algo que nos gustase a las dos. - Mira - dijo ella - no es muy de bebes, pero es bonita, además predomina el azul y tiene tonos naranjas, verdes y algo de rosa. - ¡Si! - dije - es de lo mejor que hemos visto. ¿Sabes qué? No le doy mas vueltas, tiene todo lo que buscamos, nos quedamos con ésta.

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